El
cólico del lactante se define como un trastorno típico de los primeros meses de
vida que se caracteriza por un llanto intenso y prolongado sin causa aparente.
También se le conoce como cólico de
los tres meses, cólico vespertino
o del anochecer, alboroto paroxístico del lactante o cólico de
gases. Últimamente se ha propuesto llamarlo Llanto excesivo
primario, haciendo
hincapié en el síntoma principal (el llanto excesivo) y quitándole la
connotación de dolor abdominal, ya que no está demostrado que tenga su origen
en el aparato digestivo; el llanto excesivo
secundario se
refiere a los casos en los que el llanto está causado por otro problema o
enfermedad (hambre, traumatismo, hernia, etc.).
La definición más
extendida de los cólicos del lactante los describe como episodios de
llanto intenso y vigoroso al menos 3 horas al día, 3 días a la semana durante
al menos tres semanas en un bebé sano y bien alimentado.
Desde un punto de
vista clínico se desconocen las causas que producen el cólico pero se cree que
pueden ser varios los factores que están implicados:
-
Factores digestivos:
Para muchos, los cólicos se deben a contracciones espasmódicas del músculo
liso del intestino, favorecidas por la inmadurez del aparato digestivo de los
lactantes. También podría influir la dificultad para expulsar los gases o
alteraciones de la flora
intestinal.
-
Factores dietéticos:
la alergia a las proteínas de la leche de vaca (caseína). Eso explica que los lactantes
afectados a veces mejoren al usar una fórmula láctea especial o al retirar los
lácteos de la dieta de la madre si recibe leche
materna. También se ha
propuesto la intolerancia a la lactosa como causa de estos cólicos, pero es muy poco frecuente
a esas edades y el uso de leches sin lactosa no se ha mostrado eficaz. También
se Enfermedad Celíaca (EC), que puede debutar en los lactantes en los primeros 6 meses
de la vida, provocada probablemente por la exposición a los niveles de gliadina no degradada presentes en la leche materna (superiores
en el calostro) de mujeres que ingieren una dieta normal, aunque el
solapamiento de síntomas con el cólico del lactante y/o la intolerancia a la
leche dificulta y retrasa su reconocimiento y diagnóstico correctos, así como
las presentaciones atípicas que cursan con síntomas no clásicos, como el
estreñimiento, que en muchas ocasiones llega a ser muy llamativo y llega a
constituir el síntoma principal.
-
Factores psicológicos y sociales: como
una respuesta de ansiedad excesiva de los padres antes el llanto sobre todo en
el primer hijo, debido a su inexperiencia. También el tabaquismo puede ser un
factor agravante según varios autores.
Basándonos en esta definición y en los factores implicados
vamos a intentar poner un poco de orden y explicar la verdadera causa de por
qué se producen los cólicos y los factores que los agravan y los que mejoran.
Partimos de la base de que todas las hipótesis que nos encontramos
son hipótesis médicas, en las que parece estar bastante claro que el cólico es
producido por los gases que se producen en el intestino, bien sea por algún
tipo de alergia a la leche que toma el bebé o a los productos lácteos que toma
la madre.
¿ Pero qué pasa cuando hay cólicos y el bebé sólo toma leche
materna y además la madre no toma lácteos?
¿ Por qué no se tiene en cuenta cómo ha nacido el bebé, si
ha sido un parto instrumental o si ha habido algún tipo de sufrimiento fetal a
la hora de pensar en el origen de los cólicos?
Estos factores que parece que se pasan por alto nos resultan
muy importantes desde el punto de vista de la Osteopatía, ya que un parto en el
que el bebé haya salido utilizando una ventosa o unos fórceps, se está
produciendo un aplastamiento del cráneo con consecuencias importantes para el
bebé y su adaptación al nuevo modo de vida.
Como comentaba anteriormente, parece que es bastante
evidente que el bebé cuando llora después de comer inconsolablemente es por qué
tiene gases y eso le molesta, pero no es un problema de que no los pueda echar
y por eso se le acumulan en el intestino, si no que es un problema de que los
alimentos, en este caso la leche materna, pasa más tiempo de lo debido en el
intestino y fermenta más de la cuenta produciendo más gases de lo normal.
Pero, ¿ por qué pasan más tiempo de lo debido?
La razón es muy sencilla, todo el tránsito intestinal es más
lento de lo normal debido a que hay un atrapamiento o mal funcionamiento del
nervio vago a nivel de la base del cráneo del bebé, es decir, en su salida por
el Agujero Rasgado Posterior del cráneo. Este nervio es el encargado de llevar
la inervación parasimpática a casi todas las vísceras del abdomen y por lo
tanto cuando funciona mal, el tránsito está enlentecido y la leche fermenta más
de lo normal en la parte final del intestino delgado e inicio del intestino
grueso.
¿Por qué funciona mal el Nervio Vago?
Como he comentado antes, en los partos instrumentalizados,
al utilizar algún tipo de ayuda como puedan ser los fórceps o la ventosa para
que salga el bebé, se produce un aplastamiento del cráneo y por lo tanto un
estrechamiento del agujero por donde sale este nervio, lo que conlleva a una
mala función a nivel visceral. También he observado que en los casos en los que
el bebé ha estado mucho tiempo encajado en el canal del parto puede haber una
afectación también de este nervio.
Por supuesto también se producen cólicos en bebé que han
nacido en partos no instrumentales, pero en el camino que tiene que recorrer el
bebé para nacer y sobre todo cuando en el movimiento que tiene que hacer
apoyándose en el pubis de la madre se pueden producir también fijaciones en las
suturas craneales y en huesos del cráneo produciendo también el cólico.
Es recomendable que los partos sean lo menos medicalizados
posibles, dejando actuar lo más posible a la naturaleza y que la madre sea
consciente en todo momento y sienta a como va naciendo su bebé.
¿Pero cómo se puede solucionar?
Lo primero que hago cuando un bebé entra en la consulta con
un problema de cólicos es preguntar a la madre que come el bebé. En el caso de
que esté tomando leche de continuación es fundamental que sea una leche
hidrolizada o de origen vegetal, debido al alto índice de intolerancias a la
caseína y a la lactosa.
En segundo lugar, pregunto a la madre por su alimentación,
que es igual de importante que la alimentación del bebé, siempre y cuando esté
dando el pecho al bebé. La mamá debe eliminar de su dieta lácteos, azúcares y
harinas, que son los alimentos más indigestos para el bebé y que le pueden
producir intolerancias e inflamación. También las legumbres si a la madre le
producen gases.
Una vez que hemos solucionado el tema de la alimentación es
muy importante la relación entre la madre y el bebé, durante el primer mes es
fundamental que el bebé esté la mayor parte del tiempo piel con piel con la
mamá, ya que ellos regulan su temperatura, respiración, estado de
stress-relajación a través de la madre y es muy importante que la mamá esté
tranquila, el bebé necesita tranquilidad y calor del pecho de su mamá.
Los primeros meses el bebé no saben que son una persona
separada de su madre y por lo tanto las situaciones estresante como pueda ser
no estar cerca de su madre o que una madre coja poco a su bebé pueden hacer que
se dispare su sistema nervioso simpático o del estrés y por lo tanto llorará
bastante y se enlentecen todos los procesos digestivos para dar paso a los
procesos para sobrevivir y que su mamá le encuentre y le calme.
Una vez que hemos analizado factores alimentarios y en la
relación mamá-bebé, lo siguiente sería liberar el occipital del bebé con
técnicas osteopáticas para que mejore la información del Nervio Vago hacia las
vísceras y por lo tanto mejoren todos los procesos digestivos.
Muchas veces no es suficiente con liberar el occipital, si
no que además debemos ver que pasa en la Sínfisis esfeno basilar y en la
pelvis.
Cuando el tránsito intestinal es muy lento, incluso llegando
al estreñimiento, cuando el bebé pasa varios días sin hacer deposición, es
necesario liberar también las parte visceral, en especial todo el intestino
grueso, delgado, diafragma,….
Una vez que hemos devuelto la libertad de movimiento tanto
al cráneo como a las vísceras tiene un alto porcentaje de mejoría, evitando así
los el llanto del bebé.
Lo que en mi opinión no debemos hacer es medicar a nuestro
bebé con medicamentos que facilitan la eliminación de gas intestinal como pueda
ser aero red u otros medicamentos relajantes del músculo liso del intestino o
incluso para el estreñimiento, ya que en primer lugar la causa del problema no
está ahí, si no que ponemos un parche en los síntomas y en segundo lugar
estamos ya medicando a un bebé con lo que conlleva respecto a la intoxicación
de su hígado y eliminación de toda la flora intestinal, fundamental en la
formación de su sistema inmune.
Pero lo importante es que la información llegue mayor
cantidad de gente y que veamos la salud desde un punto de vista diferente, del
punto de vista en el que vamos a actuar sobre la causa de los problemas y no
sobre el síntoma utilizando medicamentos químicos con grandes efectos
secundarios y que al final nos convierten en enfermos crónicos desde que somos
bebés.
Si conoces a alguien que pueda estar en esta situación y le
puede interesar el artículo no dudes en mandárselo, nosotros estaremos
encantados de poder ayudarle, incluso ofreciéndole un diagnóstico sin
compromiso, valorando al bebé y dándole la mejor solución a su problema.
Un fuerte Abrazo
Francisco Alonso
Fisioterapeuta col. nº 1213
OSTEOFISIO
CENTRO DE FISIOTERAPIA Y OSTEOPATÍA
C/FUENCARRAL, 129 1ºB
28010 MADRID
TLF.:661549667
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